LA CABRA MONTESINA

Hoy nos vamos al norte de Caceres mas concretamente a las Hurdes. Cuentan los ancianos de las 

Hurdes, viejas historias que tienen como reales bajo nombres y testigos. De hecho pocas son las 
personas de este lugar que no hayan tenido algún encuentro con lo sobrenatural.
Una de las mas famosas habla de la cabra montesina, que tiene como una de los grandes mitos de las Hurdes. Se dice que si alguien en el bosque o en el campo se topa con la cabra montesina, debe huir de inmediato y jamás quedarse contemplándolo.
La historia cuenta sobre un pastor que vivía solitario en una cabaña en el bosque junto a su rebaño. Un día mas, salió a pastorear sin alejarse demasiado de su cabaña.
De repente al girar la vista, pudo ver en un peñasco justo en lo alto del monte una majestuosa cabra montesina de aspecto temerario.
Sin darle importancia al animal, volvió a su cabaña, pero en su pensamiento estuvo toda la noche esa cabra que vio en lo alto del monte.
A la mañana siguiente, el pastor salió de nuevo con su rebaño y comprobó una vez mas que dicha cabra se presentaba a la misma hora en la misma piedra del monte.
En esta ocasión, el animal se alzó poniéndose de pie y mirando fijamente a los ojos del pastor.
Luego la cabra de un giro se internó de nuevo en el bosque perdiéndose en la maleza.

No fue hasta la tercera mañana, cuando el pastor pudo comprobar que en lo alto de la piedra la cabra daba de mamar a unos bebes recién nacidos . Esta visión le hizo encerrase en su cabaña presa del pánico y el miedo.

Creyendo el pastor que podía tratarse del mismísimo diablo, salió el cuarto dia armado con su vara y su cuchillo dispuesto a enfrentarse a la cabra montesina que esperaba un dia mas encima de su piedra.
Al verle, la cabra, que el pastor miraba fijamente llamándola a gritos, esta bajo de su colina y se dirigió hasta él con la mirada desafiante.
Para nueva sorpresa del pastor, la cabra se puso a caminar a dos patas  y atacó al pastor que se defendió como pudo de sus cornadas.

Mientras peleaba con la cabra, el animal arremetió contra todo su rebaño de ovejas sin dejar ni una sola con vida, ante la mirada del pastor. Este al ver que no podía vencer salió corriendo hacia su cabaña y mirando para atrás  ya que la cabra al verlo huir le siguió hasta que este pudo encerrarse en su cabaña.

La cabra golpeó la puerta de la cabaña repetidas ocasiones sin poder romperla. Hasta que no cesaron los golpes el pastor no pudo tranquilizarse y aun asín el miedo lo tuvo encerrado en su cabaña hasta el dia siguiente.
Convencido el pastor de que solo podía  tratarse del mismísimo demonio, se puso a rezar durante el resto del dia hasta que cayo la noche y del cansancio y los golpes sufrido se durmió en su cama.

Cuentan los ancianos  que el pastor fue hallado dias después en su cama totalmente destrozado por las cornadas de algún animal, cornadas similares a las de las cabras montesinas.

                                                    

                                           Dice un refrán popular


" Cuídate de la cabra montesina, pues ella no duerme, ni de noche, ni de día"

escrito por: Alfonso Soler