El invento atribuido a Alexandre Graham Bell llego a España en 1880, fecha en que el aristócrata Rodrigo Sanchez Arjona hizo conectar telefónicamente sus viviendas de fregenal de la sierra y su casa en la dehesa Los Mimbres, distante entre si de ocho kilómetros. El modelo utilizado GOWE- BELL, fue adquirido en parís por el aristócrata. Estaban fabricados artesanal mente en madera y ademas fueron utilizados en países como Inglaterra o japón. Actualmente, uno de los terminales se conserva en el museo de telecomunicaciones de telefónica.