domingo, 23 de septiembre de 2012

MARIA " LA BRUJA" Y EL SARGENTO DE LA ORDEN DE SANTIAGO



                                       



















Regresaba Maria a su casa después de varios años fuera de la villa de caceres.
Iba andando despacio retirándose a la vera del camino para dejar pasar los carros y a los jinetes que iban y venían, ofreciéndoles sus artes ,extendiendo la mano para que le dieran alguna moneda  cuando, cerca de la villa de Caceres , la detuvo un piquete de soldados de la orden de santiago y le reviso los talegos que llevaba, encontrándole, hay, dos mudas de ropa, un vestido brocado bueno, un mandil; hierbas, piedras, un saquillo con habas secas; unos naipes; retales de tela, cordeles; frasco, polvos, en fin, todo el ajuar de una bruja. y claro la interrogaron, le preguntaron que donde venia y adonde iba.
_¿ De donde vienes, mujer?
_ De Salamanca..... soy partera....
_ ¿Partera?
_ ¿ Que haces con el equipaje de una bruja en el zurrón?
Maria, sin perder aplomo, explico a aquellos hombres el contenido de sus talegos:
_ Vean sus mercedes que llevo dos mudas para cambiarme de ropa, un vestido bueno por si tengo que atender a dama principal, un mandil para no manchármelo; hiervas, piedras, frascos con unturas y polvos para mitigar el dolor de las parturientas; unos naipes para entretenerme mientras el niño llega, y unas habas para echarle las suertes, pues que es bueno saber cuál será la fortuna del nacido.... si sus señorías lo desean le leeré las manos o les echaré las suertes de balde.
Si, si quisieron aquellos hombres que les echara las suertes de balde... fue que la Maria leyó las manos de los diez soldados que la habían detenido , y dio observar que los diez realizarían grandes hazañas en poco tiempo y así lo expreso, resaltando que eran soldados que ponían gran ardimiento en el combate contra los malvados y , próximamente contra los moros, dejando a todos pasmados.
En efecto, los componentes de aquella cuadrilla, gente de milicia curtida en mil escarceo, tenían pensado dejar la orden de Santiago y alistarse en los ejércitos del marques de Cadiz para combatir al sarraceno hasta arrojarlo del solar hispano. Lo venían pensando a sugerencia de su sargento, hombre valiente y decidido donde no haya otro. Mas que se pasmaron de la Maria cuando esta les hablo, sin ponerle nombre, de su capitán, el mejor hombre de Caceres o donde fuera.... claro los hombres, albriciados, sacaron de beber e invitaron a la sortera, que se aplico al vino, empino la bota y rió con ellos, evitando de ese modo que le revisaran los refajos y le encontraran las bolsas de oro.
Si Maria hablo del capitan fue porque los observo disciplinados y  bien sabia que la disciplina de una tropa se debe a sus mandos en exclusiva, creyendo que el llevaba la voz cantante seria el jefe, pero no.
Resulto que no lo era, que era uno más de la cuadrilla, y le dio lo mismo porque alabó al que hablaba y al ausente. Pero , vaya, resultó que se presentó el cuadrillero, el capitán que, lo que son las cosas, no era otro que Juan, el que, fuera su novio, o lo que hubiere sido Juan para María, el que la rondara al poco de instalarse en una casa al lado de la hermita de San Lorenzo  "( ermita situada en las tenerias, en la ribera, hubo un convento de mojas bajo la advocación de San Lorenzo

ya existía en 1489, en el siglo XVI aún existía desapareció poco después)" el que segun noticias se habia casado con una labradora rica.
Fue que descabalgó Juan del jaco que ella le regalara y que, reconociéndola, se quedó sin habla y tardó un tiempo a decir:
_¡ Cuanto bueno de ver, Maria....!
_ y volviéndose a sus subordinados con los que estaba muy unido, al parecer, presento a la moza_:
¡ compadres, os presento a Maria, mi novia....!
Que quisieron saber los compadres, que se acercaron a Maria y, tratándola como si fuera dama, le besaron la mano y le hicieron reverencias, eso sí, inclinándose más de la cuenta, mientras hacían correr el boto de vino.
Ella, cuando descubrió a Juan, pese a los muchos desaires que le había hecho en el pasado, se dolió  pues lo primero que le vino a la mente fue la traición  de aquel hombre que se había casado con una aldeana rica, y no pudo reprimir la lagrima que le venia a los ojos. Los soldados la achacaron al contento del encuentro y resulto que, como la bota andaba de mano en mano, la moza tardó bastante tiempo en quedarse a solas con Juan que la llevo a un bosquecillo y comenzó a manosearla, que era muy propio de él aquello de sobar antes de hablar incluso. Le dejo hacer un poquito y luego le escupió a la cara:
¬¡ Te casaste, Juan , con una labradora rica...!
¬¿ yo?
¬¡ Tu ! Me lo vino a decir un soldado tuyo... ¿ Ah, bribón....!
¬ ¿ yo?
¬¡tu!
¬ ¡Es falso! Yo te quise siempre a ti Maria....
¬¿ No estas casado, pues? ¿ Me has esperado?
¬ Si, pero no he de esperar más.... Nos vamos a presentar en la villa y llamaremos al preste, le pediremos que nos case de inmediato y nos iremos a celebrarlo a la posada....De otro modo digo
que eres puta sabida y te entrego a los soldados o te llevo presa a la villa por bruja, o te doy una tunda de palos que te dejo baldada aquí mismo....¡ Que eliges Maria....?
Y cambiando el tono de voz de la amenaza a la zalema, continuo¬ Elige, María, que eres la persona que más quiero en este mundo y deseo vivir contigo en Andalucía.....Mis soldados y yo vamos a dejar la orden de San Santiago para servir al marques de Cadiz, que recluta gente de armas para luchar contra el moro, y nos llevaremos a nuestras mujeres....
Un poco aturdida Maria por el encuentro, la proposición, las malas maneras , las buenas maneras, la declaración  de amor y las miradas de Juan, pues que a momentos sus ojos despedían ira y seguidamente candor, optó por decirle que si, que si, que se casaba con el. En razón de que la habían perseguido por bruja, no por ella misma, sino porque en los reinos de don Fernando y de doña Isabel cazaban brujas para meterlas en la cárcel, azotarlas y amenazarlas con llevarlas a la hoguera.
Maria le dijo a Juan que estaba dispuesta a casarse con el pero con una condición, 
¬ ¿ Que condición Maria?
¬ Nos casaremos en la ermita de.............!
¬ De acuerdo.
El piquete montó a caballo, Maria a la grupa del jaco de Juan hablando al oído, contándole porque quería casarse en esa ermita y por un rito especial, que maldita la gracia que le hizo al hombre, pero lo acepto por el amor que le tenia a Maria, por el mucho amor que siempre le había tenido.


                                                                     fin
NOTA: OS PREGUNTAREIS EN QUE ERMITA SE CASARON ESO LO DEJO QUE LO AVERIGÜÉIS VOSOTROS,
os dejo una pista,  se habla que en un tiempo fue una ermita pagana  















escrito por : Alfonso Soler.
datos recogido: Isabel la reina, de Ángeles de Irisarri.
adaptado a la ciudad de caceres.






























































































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