viernes, 1 de abril de 2016

LA ERMITA DE SAN ANTONIO Y SU PILA DE AGUA BENDITA





ermita de San Antonio

En los pueblos y las ciudades hay tradiciones que no sabemos de dónde  proceden. En este pasaje nos vamos  a unos de los rincones más bonitos de la zona monumental de Cáceres concreta-mente a la ermita de San Antonio en el barrio judío.
Quizás sea un secreto que muchos para los habitantes de Cáceres ya conozcáis, pero quizás a las personas de  fuera  le sea curioso.
Esta  curiosa tradición, se agarran las solteras y los solteros de la ciudad para encontrar el amor. Según dicen, su futuro sentimental lo dictaminan unos cuantos alfileres. El origen de esta tradición se remonta a un milagro atribuido a San Antonio de Padua en Roma cuya imagen cobro vida dentro de una iglesia para hacer cambiar de idea a un joven que no se quería casar con su novia. La intervención del Santo hizo que el chico cambiase de parecer, recapacito y le pidió matrimonio a su amada.
A ella se agarran las solteras y solteros  de la ciudad para encontrar el amor. Según dicen, su futuro sentimental lo dictaminarán unos cuantos alfileres.
                   





Se trata de una de las costumbres populares más originales. Comenzó en el Siglo XIX y la empezaron a poner en práctica las modistillas que ansiaban encontrar pareja. Para ello ponían en práctica un curioso ritual, acercarse hasta la Ermita de San Antonio Todo el mundo sabe que San Antonio, además de ayudarte a encontrar objetos perdidos, ayuda a encontrar pareja. Esta creencia está muy extendida y hay refranes locales que lo atestiguan, como el que dice: " La moza que a los quince años no se ha echao novio, que se arrime a los sayos de San Antonio". Pero en la ciudad tiene una particularidad; las "modistillas" tenían la costumbre de recoger los alfileres doblados que ya no servían y llevarlos a la ermita del santo. Las mozas y los mozos, al entrar metían la mano en la pila y apretaban fuerte contra la piedra, y al sacarla, el número de alfileres que se hubiesen quedado pegados a la mano era el número de novios o novias que iban, por suerte o por desgracia, a tener en su vida.

. Al retirarla, el número de alfileres que se hubiesen quedado pegados sobre la palma significaba el número de pretendientes que tendrían durante el año.
Cuando el caso era ya grave y la moza no encontraba novio, había una forma para que el Santo se diera algo más de prisa, y no era otra cosa que, cuando nadie miraba, enseñarle la tiranta del sujetador al escandalizado San Antonio.
En la actualidad  ya son pocas los alfileres que llenan la pila, las tradiciones poco a poco se van perdiendo, y en los asuntos del amor  las nuevas tecnologías se han convertido también en un poderoso aliado para conocer nuevas personas y hallar el amor





                                             



                                Fin
Escrito por: Alfonso Soler.
Fotos: Alfonso Soler.

fuentes consultadas : la prensa cacereña y su época
                                   (germán seller)

                                  noticias históricas de caceres
                                   ( simón benito boxoyo)

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